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Consecuencias del gasto militar ignorado en el Parlamento español.

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El líder del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha admitido por primera vez que «probablemente no» someterá a discusión en la Cámara de Diputados el tema del incremento del gasto en defensa sugerido para cumplir con las obligaciones establecidas por la OTAN y la Unión Europea. Esta afirmación, hecha en el transcurso de varias reuniones con miembros de diversos partidos políticos, pone en evidencia los retos que enfrenta el Ejecutivo para lograr un acuerdo sobre este tema en un panorama político caracterizado por la división y los conflictos.

El vocero del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Néstor Rego, planteó directamente a Sánchez la pregunta de si el incremento del presupuesto de defensa se discutiría en el Parlamento. Como respuesta, el presidente reconoció que, por el momento, la estrategia del Gobierno es eludir el Congreso para prevenir un posible estancamiento. Esta actitud pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de la coalición gubernamental y con los aliados en el Parlamento, muchos de los cuales han expresado su oposición a destinar más fondos al sector de defensa.

Un panorama de divisiones internas y externas

Un escenario de divisiones internas y externas

ERC, junto a otras formaciones como Podemos y el BNG, ha mostrado su oposición a elevar el gasto militar sin una explicación detallada sobre el uso de los fondos y si no se enfocan en potenciar la industria local. Rufián incluso criticó la posibilidad de que España termine adquiriendo armamento de Estados Unidos, argumentando que no tiene sentido incrementar el gasto para disminuir la dependencia de ese país si finalmente las inversiones favorecen directamente a su sector militar.

Mientras tanto, Podemos, representado por su secretaria general, Ione Belarra, asumió una posición aún más categórica al calificar el incremento del gasto militar como un «error catastrófico». Belarra criticó al Gobierno por dar prioridad a una «deriva belicista» que podría poner en peligro el Estado del bienestar y los derechos sociales en España. Señaló que esta decisión «cava la tumba» del propio Ejecutivo al alinearse con políticas que, según su opinión, benefician a la derecha y la extrema derecha.

Respaldo reducido y cuestionamientos estratégicos

Aunque la mayoría de los aliados de Sánchez han manifestado reservas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha adoptado una posición más afín al Gobierno. Aitor Esteban, portavoz del PNV, abogó por la necesidad de un enfoque coordinado a nivel europeo y destacó la importancia de que España honre los compromisos adquiridos en defensa. Sin embargo, también admitió que aún falta precisión en los pormenores del plan de incremento presupuestario.

Simultáneamente, Junts per Catalunya describió los encuentros con Sánchez como «informativos» y optó por no adoptar una postura definitiva hasta que el Gobierno aclare su plan de acción. Este partido, al igual que otros, demanda transparencia y asegurarse de que el incremento del gasto no perjudique otras áreas importantes del presupuesto estatal.

Bildu se hace presente en La Moncloa

Por primera vez, en un evento sin antecedentes, EH Bildu fue convocado a una reunión en el Palacio de La Moncloa, como parte de las sesiones informativas de Sánchez. Este acercamiento del Gobierno hacia el grupo abertzale ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, pero indica el esfuerzo del Ejecutivo por aumentar su base de respaldo en un periodo de alta tensión política.

En un hecho sin precedentes, EH Bildu fue invitado por primera vez a una reunión en el Palacio de La Moncloa como parte de las rondas informativas de Sánchez. El acercamiento del Gobierno con la formación abertzale ha sido criticado por la oposición, aunque refleja el intento del Ejecutivo de ampliar sus bases de apoyo en un momento de alta tensión política.

EH Bildu, que ha sido uno de los aliados más fieles del Gobierno en la actual legislatura, expresó su preocupación por el aumento del gasto militar, pero también se mostró dispuesto a escuchar las propuestas del Ejecutivo. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, señaló que la situación internacional obliga a reflexionar sobre la política de defensa, pero insistió en que cualquier decisión debe ser tomada con responsabilidad y transparencia.

Un camino incierto hacia el 2% del PIB

El Partido Popular (PP), por su parte, ha reprochado al Gobierno la falta de un plan definido en el ámbito de la defensa. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, expresó su pesar porque Sánchez no haya propuesto una estrategia firme para justificar el aumento del gasto militar y afirmó que esta carencia de previsión hace que sea «imposible» llegar a acuerdos en un asunto tan sensible.

Una decisión táctica con repercusiones políticas

La elección de Sánchez de no llevar al Congreso el debate sobre el aumento del gasto en defensa refleja no solo las complicaciones para lograr consensos, sino también su táctica para preservar la estabilidad de su Gobierno en un momento crucial. No obstante, esta posición podría tener repercusiones a largo plazo, ya que podría ser vista como una falta de transparencia y de disposición para incluir a todas las fuerzas políticas en decisiones fundamentales para el país.

La decisión de Sánchez de evitar el Congreso para debatir el aumento del gasto militar refleja no solo las dificultades para construir consensos, sino también la estrategia del presidente para mantener la estabilidad de su Gobierno en un momento crítico. Sin embargo, esta postura podría tener consecuencias a largo plazo, ya que podría interpretarse como una falta de transparencia y de voluntad para involucrar a todas las fuerzas políticas en decisiones clave para el país.

En un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y el conflicto en Ucrania, España enfrenta el desafío de equilibrar sus compromisos internacionales con las demandas internas de una sociedad que prioriza la inversión en políticas sociales. El desenlace de este debate será crucial para el futuro de la legislatura y para la capacidad de Sánchez de mantener el apoyo de sus socios parlamentarios en los meses venideros.

Por Otilia Adame Luevano

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